lunes, 1 de agosto de 2016

WILLIAM HEARD KILPATRICK (1871-1965)



WILLIAM HEARD KILPATRICK
(1871-1965) Landon E. Beyer      
1En los medios educativos de los Estados Unidos, William Heard Kilpatrick es conocido sobre todo
como colega y colaborador de John Dewey, con quien trabajó en el Teachers College de la
Universidad de Columbia. Kilpatrick es también conocido por haber desarrollado y promovido el “método de los proyectos”
2 Sin embargo, la vida, las ideas y la dedicación de William Heard
Kilpatrick van mucho más allá de estos datos relativamente superficiales. En este ensayo, expondréy analizaré algunos de los principales rasgos de las ideas y actividades de Kilpatrick, e intentaré presentar un retrato más completo de esta importante figura de la historia de la educación progresista.
William Heard Kilpatrick nació el 20 de noviembre de 1871, hijo primogénito del
Rev  erendo Dr. James Hines Kilpatrick y de su segunda mujer, Edna Perrin Heard. Se habían casado el 20 de diciembre de 1870. Antes de aquel matrimonio, el Reverendo Kilpatrick, entonces viudo, había criado los tres hijos y dos hijas que le dió su primera mujer. El mayor de los Kilpatrick se había afincado en White Plains (Georgia) en 1853, después de licenciarse en la Mercer University con el objetivo de dedicarse a la enseñanza. Sin embargo, después de un año de docencia, se hizo pastor de la Iglesia Bautista de White Plains, posición que ocupó hasta su muerte, en 1908. El Reverendo Kilpatrick fue, más que un simple miembro influyente del clero, una figura central en las actividades políticas, cívicas y jurídicas de aquella pequeña comunidad agrícola. Incluso se decía de él que había “sacado las muelas a muchos de los que venían a visitarlo ” – una habilidad que había aprendido cuando era propietario de una plantación de 640 hectáreas heredada de su padre, donde tenía bajo su responsabilidad al menos a treinta esclavos
3 Sus ideas religiosas, así como su
personalidad y temperamento, ejercieron una gran influencia sobre William y, en algunos aspectos, marcarían de forma duradera su carácter.
El padre de Kilpatrick era un hombre austero, meticuloso, adusto y desprovisto de sentido del humor. El Reverendo Kilpatrick inculcó en su hijo el férreo hábito de llevar un registro escrito de sus actividades, hábito que acompañaría a William a lo largo de su vida. En efecto, éste conservó un diario en el que escribía día a día, y que en 1951 constaba de unos 45 volúmenes. Además, numerosas cartas a su familia y amigos. También heredó de su padre el hábito de una reflexión clara, meticulosa y bien desarrollada, así como el de trabajar incansablemente. Más tarde, William sería conocido por dedicar mucho más tiempo a sus actividades profesionales que la mayoría de los universitarios. A menudo sentía remordimientos porque el tiempo que consagraba a la docencia y a la investigación lo alejaba de su mujer y sus hijos. Ya de joven, era conocida su ambición de tener éxito y convertirse en una figura destacada. William también aprendió de su padre a rebelarse contra las desigualdades y a expresar con firmeza ideas, que aunque fueran poco populares, estaban firmemente arraigadas en él.
La madre de William equilibraba en parte la actitud austera y sobria de su padre. “Heard” (el nombre con que se llamaba cariñosamente a su hijo) aprendió de ella el valor del sentimiento de
2 pertenencia, y a tener confianza y seguridad en sí mismo. De su madre, Kilpatrick dijo: “Ella me ayudó desde muy pronto a aprender a no ser egoísta a dar a los demás lo que les correspondía; esto me ayudó desde muy pequeño a equilibrar las exigencias personales que podrían haber sido egoístas con los derechos y las exigencias de otras personas.”
4 Al parecer, la relación de William con su madre también contribuyó a moldear su disposición y su carácter, e incluso influyó en su labor docente. En repetidas ocasiones, Kilpatrick atribuyó sus logros en la docencia “al hecho de que [su madre] le había inculcado la ‘delicadeza’ hacia los demás, y le había enseñado a no herir a nadie, por humilde que fuera su condición social”
5 Es muy posible que la estrecha relación que Kilpatrick tuvo con sus alumnos, de la que hablaremos más abajo, fue fomentada inicialmente por aquella
“delicadeza” observada en su madre. El primer contacto de William Heard Kilpatrick con la enseñanza superior tuvo lugar en 1888, cuando se matriculó en la universidad donde había estudiado su padre, la Mercer University en Macon (Georgia). Sin embargo, sus experiencias en ella no fueron tan fructíferas como, al parecer, habían sido para el Reverendo Kilpatrick. Al comenzar el tercer curso, William aún no tenía claras sus ambiciones profesionales y, en un sentido más amplio, no había encontrado una orientación para su vida. Si bien era un alumno brillante en lenguas antiguas, y más tarde enmatemáticas, no tenía una idea clara de lo que podría ser su orientación profesional pues, al igual que sus hermanos, decidió no seguir los estudios teológicos para hacerse pastor. Sin embargo, durante el tercer año, Kilpatrick descubrió un libro que tendría un impacto duradero en su vida personal y profesional. Considerando el perfil ideológico del estricto ambiente religioso en que había crecido, Kilpatrick sólo había oído decir que
El origen de las especies era una obra digna de desprecio, un libro que sólo interesaba a los impíos ateos
6 Sin embargo, la curiosidad de Kilpatrick era tal que finalmente pidió prestado el libro en una biblioteca de Mercer. Esta obra moldearía en gran medida su filosofía general de la educación y orientaría su enseñanza. A propósito del descubrimiento de esta obra, La evolución de las ideas de Kilpatrick sobre la educación y la filosofía
Después de dejar Johns Hopkins por segunda vez, en 1896 Kilpatrick aceptó la plaza de director de la escuela primaria Anderson, en Savannah (Georgia). Fue profesor de 7º de primaria y responsable de nueve profesores y más de cuatrocientos alumnos. En esta escuela, Kilpatrick tuvo la posibilidad de profundizar su idea de que no debería existir separación entre los alumnos y el profesor (es decir, que debería existir una relación recíproca entre ambos), y que los alumnos debían saber que el profesor defiende sus intereses. Kilpatrick pensaba desde hacía algún tiempo que esta relación estaba desvirtuada por la práctica de poner notas a los alumnos y de enviarlas a los padres. Así, convenció al representante de las autoridades escolares de que hiciera una excepción en las prácticas de evaluación vigentes en la escuela Anderson. En adelante ya no se enviaron más notas a los padres de los alumnos del señor Kilpatrick. Los padres recibían una informe en el que se anotabanmlas ausencias y el retraso de los chicos, pero ninguna evaluación sobre el trabajo en clase.
Para resumir su forma de entender la enseñanza en aquella época, Kilpatrick comentaba así su experiencia en Anderson:
Lo importante para el maestro es comprender a cada niño, lo que le permitirá reconocer lo bueno que hay en él, y dirigir la clase de tal manera que todos los niños tengan la oportunidad de demostrar las cosas buenas que son capaces de hacer. Trataba a aquellos niños con afecto. Jamás los reñí, jamás recurrí a palabras violentas ni amonestaciones.
Procuré enseñar para que los niños pudiesen sacar algún provecho de ello, y lo hice de tal manera que ellos mismos vieran que estaban sacando algún provecho. Confiaba en mis niños. Apelaba a lo mejor que había en ellos, los respetaba como personas y los trataba como personas. [...] Les daba la oportunidad de actuar como tales y les  demostraba mi reconocimiento y aprobación por su conducta
13 Más que buscar un “sistema” para controlar y regular la conducta de los alumnos (lo que actualmente denominamos la “gestión de la clase”, y que supone pensar que a los alumnos hay que manipularlos y controlarlos)
14  Kilpatrick esperaba lo mejor de sus alumnos, los trataba como personas, celebraba sus logros y respetaba sus intereses, a la vez que trabajaba a partir de sus experiencias y las ampliaba. Kilpatrick había pensado viajar a Europa para estudiar matemáticas durante el verano que siguió su periodo de docencia en Anderson, pero el rector de la Universidad de Mercer le comunicó que había una plaza de profesor de matemáticas y astronomía en esa universidad. Kilpatrick aceptó la oferta para ocupar esa vacante y comenzó en 1897. Mientras desempeñaba ese cargo, se reunía con futuros profesores de enseñanza primaria en encuentros semanales de asistencia voluntaria. Para aquellas reuniones, Kilpatrick pidió a sus alumnos que leyeran, entre otros autores, a Herbert
Spencer y a William James. Respondió a los intereses expresados por los alumnos y amplió las lecturas de obras de filosofía a textos de Platón, Descartes y Hume. Durante su docencia en Mercer, Kilpatrick vio plenamente satisfecho su deseo de realizar un trabajo sostenido y exigente, y pensó
5 que estas actividades le proporcionarían un futuro marco a su vida. Estudió las obras de Nicholas
Murray Butler, de la Universidad de Columbia. Ya en aquella época tuvo el presentimiento de que algún día él sería rector de una gran universidad.
Al final de aquel año en la facultad de Mercer, Kilpatrick se matriculó en los cursos de la escuela de verano de la Universidad de Chicago. Una de sus asignaturas, aquel verano de 1898, era impartida por John Dewey. Contrariamente a lo que cabría esperar, Kilpatrick no apreció mucho las enseñanzas de Dewey en aquella asignatura. Como reconocería más tarde a propósito de su primeros encuentros:
Cuando escuchaba a Dewey en sus clases pensaba que era un hombre muy capaz. Lo honré y lo respeté, pero no conseguí ver en él al maestro que buscaba. Dewey no es un buen profesor, y no siempre prepara el terreno para que un neófito pueda seguirlo

El pensamiento de Kilpatrick en su madurez
En sus esfuerzos por comprender las ideas y las prácticas de forma global, y por entender su importancia en el ámbito social y político, Kilpatrick empezó a concebir la filosofía como ayuda para elaborar una “visión” o “enfoque” generalizado “de la vida”. En su  Philosophy of education, por ejemplo, Kilpatrick compara el punto de vista democrático con el dictatorial

. Prosigue esta tarea analizando los diferentes programas educativos que nacen de estas tendencias política  básicas.


Los significados del progresismo
Cuando  Kilpatrick  se  jubiló  del  Teachers  College  en  1938,  sus  ideas  y  actividades  habían  sido ampliamente  discutidas  en  los  medios  universitarios  y  docentes.  Kilpatrick  siguió  gozando  de  una reputación de profesor de primera categoría y fue una figura muy querida entre sus alumnos. Como observaba  Herbert  M.  Kliebard,  Kilpatrick  llegó  a  ser  “el  profesor  más  apreciado  en  la  historia  de Teachers  College”
33.  La  fuerza  de  su  compromiso  con  la  educación  también  se  refleja  en  el  hecho de que Kilpatrick participó en la fundación de Bennington College, en Vermont, y fue miembro de su  junta  directiva  durante  siete  años.  Su  compromiso  social  también  se  pone  de  manifiesto  en  su papel de presidente de la New York Urban League, entre 1945 y 1951.
10 Las ideas y visiones pedagógicas de Kilpatrick se proyectaron en el tiempo, incluso después de  su  muerte,  ocurrida  en  Nueva  York  el  13  de  febrero  de  1965.  Poco  después,  la  revista Educational theory
  le  dedicó  un  número  especial  en  homenaje,  y  varios  de  sus  colegas  escribieron emotivos artículos sobre el hombre y sus ideas
34. Su amor por la enseñanza y la popularidad de sus ideas  sobre  la  educación  merecen  aún  reflexión.  Sin  embargo,  su  encanto personal  y  el  programa que elaboró para la educación en Estados Unidos no son todo. Kilpatrick hacía hincapié en la necesidad de que todos los educadores investigaran y dieran preferencia  a  la  reflexión  lúcida.  Además,  las  ideas  de  Kilpatrick,  junto  a  Dewey  y  muchos  otros, siguen   ofreciendo   alternativas   educativas   a   las   corrientes   que   se   centran   en   la   eficacia,   la normalización,   el   control   y   la   manipulación.   Kilpatrick   proponía   una   manera   de   fundir verdaderamente el aprendizaje y la vida, y de modificar la naturaleza.

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